Hombres rinocerontes

 
Coco Legrand, destacado humorista y monologuista chileno del formato "stand up comedy", contaba en una de sus presentaciones su experiencia como panelista en un programa de TV sobre animales, donde aprendió acerca de la vida de los rinocerontes, naturalmente conocidos como los "bomberos de la selva" por perseguir el fuego hasta extinguirlo (gracias a una piel de gran espesor que los hace resistentes).

Posteriormente haciendo una analogía, se refería a los hombres rinocerontes cuya principal característica es ser "apagadores de fuegos internos" por excelencia, personajes malévolos y sin alma que viven únicamente preocupados de sus intereses económicos y de satisfacer su propio ego. Legrand los interpelaba cuando afrontaban la educación de sus hijos: "¡Cómo va a ser artista!, que mejor estudie leyes y después vea". Y por último concluía: "¿No será que olvidaron que somos mamíferos y que necesitamos los afectos?, ¿qué los hace tan distintos y tan distantes?".

Quise abordar esto desde la perspectiva de la Programación Neuro-linguística (PNL) ya que es natural que muchos de nuestros aprendizajes provienen de una referencia directa de nuestros padres y educadores, que para bien o para mal imprimen una huella en nosotros que dura para siempre. Justamente una de las aristas de la PNL es estudiar cómo operan las estrategias de aprendizaje y comunicación que utilizamos diariamente, con el objeto de mejorar nuestro ámbito de desempeño y de relaciones.

Robert Dilts en su libro "como cambiar creencias con PNL" se refiere a estos aprendizajes como improntas ("imprinting" en inglés) y las define como "creencias o una experiencia que modela identidades". Este concepto nació del aporte del etólogo Konrad Lorenz quién estudió el comportamiento de las crías de pato cuando salían del cascarón; descubrió que los patitos recibían una impronta de la "figura materna" durante los primeros días de vida para lo cuál se fijaban en el movimiento; así fue como un día Lorenz caminó y los patitos lo siguieron, lo que generó una improntación. Después se dio cuenta que dormían acurrucados en sus botas, y aún cuando conocieron posteriormente a su verdadera madre no la tomaban en cuenta y preferían seguirlo a él.

Lorenz y sus colegas sostenían que las improntas se establecían en períodos neurológicamente críticos y pasado ese tiempo lo que quedaba "impreso" era permanente y dificilmente modificable. Porteriormente Timothy Leary aplicó el concepto de impronta en seres humanos, afirmando que estos aprendizajes se incuban en períodos en que el desarrollo neurológico se encuentra susceptible a la estimulación, y pasado cierto tiempo se transforman en creencias profundas.

Por su parte Dilts señala que durante cierto tiempo uno se siente muy atraído por seguir un modelo de rol, no porque sea bueno o malo, sino porque a veces no existe otro que esté disponible; eso explica porqué muchas veces adoptamos ciertas conductas y costumbres de nuestros padres y formadores, incluso aquellas que desearíamos evitar y que por una inexplicable razón tendemos a repetir.