El jugador interno (la mente)
Timothy Gallwey en su libro "el juego interior del tenis" se refiere a uno de los obstáculos más importantes presentes en el deporte de alta competencia: el jugador interno.
El jugador interno es, en palabras simples, aquél que juzga cómo el jugador externo debe jugar. Es la manifestación de nuestro ego que determina lo que es "bueno" y "malo". Según Gallwey, el juego interior se alcanza de manera efectiva cuando se cumplen cuatro propósitos:
El jugador interno es, en palabras simples, aquél que juzga cómo el jugador externo debe jugar. Es la manifestación de nuestro ego que determina lo que es "bueno" y "malo". Según Gallwey, el juego interior se alcanza de manera efectiva cuando se cumplen cuatro propósitos:
- Observar sin juzgar: el jugador interno debe mantenerse en silencio y dejar que el jugador externo se desenvuelva naturalmente. Los juicios, tanto positivos como negativos, limitan la creatividad y espontaniedad. Desde el punto de vista de la PNL, un juicio es una evaluación subjetiva, una interpretación sobre un evento que ocurrió y que puede estar asociada a una creencia.
- Confiar en el jugador externo: el jugador externo es quién ha adquiere el aprendizaje muscular. El jugador interno debe permitir que el cuerpo por sí sólo explore los resultados y calibre las emociones respectivas.
- Visualizar el objetivo deseado: esto es muy propio de la PNL; es simplemente visualizar el objetivo "como si" estuviera ocurriendo en el presente. La PNL propone con especial énfasis representar un objetivo sensorialmente (visual, auditiva y kinestésicamente) y en general, con los principios de buena formulación de objetivos.
- Observar tranquilamente los cambios y resultados: cualquier experiencia aprendida sólo representa un dato o información que sirve como retroalimentación. Mientras no exista un involucramiento emocional sobre el objetivo, se jugará de manera tranquila lo que Gallwey llama "concentración relajada".
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